Imagine poder acceder a todos los sitios web, sin importar si tiene una discapacidad visual, auditiva o motriz. Este es el futuro que permite un internet accesible, donde ninguna persona se vea excluida de participar plenamente en la era digital.
Y es que la accesibilidad web no es un tema menor. Se estima que al menos el 15% de la población mundial vive con algún tipo de discapacidad. En América Latina y el Caribe esta cifra podría ser más alta, considerando que el 9% de los adultos mayores de 60 años tienen una discapacidad que limita su participación social.
La accesibilidad web se concentra en el diseño de sitios web, aplicaciones y herramientas digitales que permitan un acceso universal para cualquier persona independientemente de posibles limitaciones físicas o cognitivas.
Ante este panorama, es claro que la accesibilidad digital no es sólo un imperativo ético sino una necesidad para fomentar sociedades más justas e inclusivas. Pero ¿cómo vamos en la región con este objetivo? Examinemos más de cerca los desafíos y oportunidades para impulsar un internet accesible para todos.
Retos regionales para cumplir con estándares de accesibilidad
Si bien existen pautas y estándares internacionales sobre accesibilidad web, como las WCAG 2.1 establecidas por la W3C, la adopción real en América Latina aún enfrenta brechas importantes. Un análisis reciente de la CEPAL sobre regulaciones relacionadas con accesibilidad web en la región encontró que, a pesar de algunos avances, la mayoría de países aún no cuentan con normativas sólidas sobre el tema o mecanismos efectivos de monitoreo y cumplimiento.
El nivel de cumplimiento (Conformance) de las pautas de accesibilidad WCAG que se espera de una organización es proporcional a sus recursos y el nivel de responsabilidad social que dicha organización representa.
En la práctica, los niveles de adopción de estándares de accesibilidad como las WCAG 2.1 siguen siendo bajos. Incluso los sitios web de instituciones públicas y grandes empresas privadas, que son los que más recursos tienen, con frecuencia no llegan a cumplir siquiera con el nivel mínimo “A” establecido en dicho estándar internacional”.
De hecho, el no cumplir con la normativa de accesibilidad aplicable puede acarrear consecuencias legales para algunas organizaciones. Dependiendo de las leyes de cada país.
Oportunidades para cerrar brechas en accesibilidad web
Entonces, ¿cómo acelerar los avances en accesibilidad digital en la región? Parte de la solución requiere derribar algunos mitos persistentes. Por ejemplo, muchos creen erróneamente que con solo agregar un “widget de accesibilidad” en su sitio web, permitiendo cambiar el contraste o tamaño de letra, ya cumplen con tener un sitio accesible.
Nada más lejos de la realidad. Si bien esa funcionalidad complementa, de ninguna manera reemplaza el implementar los estándares técnicos de accesibilidad en el código y estructura misma del sitio web. Es como poner una rampa en un edificio que no cumple con los códigos de construcción para personas con discapacidad. Ayuda, pero dista de ser la solución completa.
La clave está en concebir la accesibilidad web como parte integral del diseño digital desde el primer día, no como un añadido posterior. Y para esto, tanto desarrolladores como administradores de sitios web en la región requieren mayor capacitación en estándares de accesibilidad.
Afortunadamente cada vez hay más recursos disponibles, desde guías detalladas hasta herramientas automatizadas de evaluación. También está creciendo una comunidad regional de expertos compartiendo buenas prácticas para acelerar la adopción.
Con compromiso y trabajo conjunto, podemos aspirar a un internet latinoamericano 100% accesible en la próxima década. ¿Te imaginas el impacto positivo que tendría en la vida de millones de personas con discapacidad? El potencial es enorme, y el momento para actuar es ahora.